viernes, 29 de abril de 2011

Libertad


Miraba y solo veía vehículos a sus pies
Pensaba… que con cada paso que diera hacia su frente, costados o en retroceso su mundo se extendería sobre la marcha

Hoy de pie y a contra reloj; quería comprobarlo en forma física, consciente
Y allí estaba ordenando fríamente a sus pies que caminaran en una sola dirección lineal... indefinida e inconclusa

Daba gracias… estaba cansada de tanto respirar, de tanto comer, de tanto soñar…
De comprobar, una y otra vez, que toda emoción, reacción o vivencia era efímera… era… un constante fluir y huir, huir y fluir; escapándonos del frio hacia el calor. Con el tiempo y la rutina, trasladábamos nuestros ardores hacia el hielo arrebujándonos en sendos y potentes abrigos de propia grasa o tela

La búsqueda de nosotros mismos, el constante no encontrarnos… eso era lo que nos movía a mutar una y otra vez; de lugares, de gentes, de experiencias, de cuerpos…
Percatándonos muy tarde, ya en rápido descenso hacia el vacio… que bastaba solo con adentrarnos en nuestras mentes, aceptando y perdonando, pensamientos, sentimientos sin juzgarlos, ni medirlos…

Soltándolos… porque al salir de nuestro fuero interno dejaban de pertenecernos, y nosotros a ellos: logrando entonces la tan ansiada y nunca experimentada libertad de ser Uno con la vida y existir