
Estaban ahí, enormes perros guardianes blancos y silentes ...observándote… no había pie o puntada que dieras en la que no repararan y cuando volteabas… sus ojos cuadrados se clavaban en tu espalda interpenetrándote. No podías sacar la lengua, lo cual hacía a los blancos canes convertirse en rosa… el próximo paso era la muerte, ¡tu muerte!. El vecino, tu congénere, también estaba pendiente de esto, pues al denunciarte, le otorgaban más vidas .
¿Cómo ocurrió?, ¿cómo de pronto nos encontramos encerrados en este pequeño y frágil cuerpo peludo y multipatudo?, ¿Por qué de dueños del universo, de humanos o raza dominante, pasamos a ser simples bichos aterrorizados sin poder comunicarnos entre sí. ¿Los perros eran solo guardianes, quienes daban la alerta a los gendarmes o latas insecticidas vivientes , al cambiar su color?.
¿Cómo las latas adquirieron vida? … Y … ¡como dolían aquellas pulverizantes rociadas que te dejaban sin sangre y hacían subir en la escala evolutiva a los espías!… lo recordaba de cuando mataron a Arc y algunas de las gotas dirigidas a ella me quemaron.
¿Soñaría aquello;…lo de haber sido humano, caminar en dos piernas, pensar, crear y comunicarnos libremente?, ¿las latas que ahora volaban a matarnos, de verdad habrían sido objeto de nuestra creación para ayudarnos a eliminar la plaga que ahora somos? Y… ¿qué tal si todos nosotros, los "ahora" arácnidos, estuviéramos provistos de diferentes delatores al nacer?
por María Teresa Montero P. — Octubre 25, 2009 @ 12:16 pm

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